Ha sido reconocida en la categoría de restauración e intervención en el patrimonio histórico por el Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón
La mezquita de Tórtoles ha sido reconocida hoy con el accésit en la categoría de restauración, rehabilitación e intervención en el patrimonio histórico del Premio Fernando García Mercadal 2016 que concede el Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón (COAA).
La restauración, dirigida por el arquitector Javier Ibargüen y promovida por el Ayuntamiento de Tarazona y la Comarca de Tarazona y el Moncayo, ha supuesto una inversión de 406.639,12 euros.
La actuación realizada ha permitido que la mezquita, de mediados del siglo XV y declarada Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés, haya recuperado el esplendor artístico que tuvo en el pasado. El mayor reto del trabajo fue unificar los distintos usos que ha tenido a lo largo de su historia y conseguir imagen coherente.
Uno de los elementos más importantes que se han recuperado es la techumbre, que presenta la mejor decoración pictórica de las escasas mezquitas que se conservan en España.
Asimismo, los trabajos sacaron a la luz el mimbar y se actuó, entre otros, en el mihrab, de herradura enjarjado y con la singularidad de ser el único, entre los aragoneses, que conserva el total de su planta; así como en el retablo de pintura al fresco, único vestigio de su uso como iglesia.
La mezquita de Tórtoles
Tras la conversión forzosa de 1526, la mezquita de Tórtoles fue consagradacomo iglesia, uso que mantuvo hasta la expulsión de los moriscos en 1610. Después de quedar desafectada de culto, el edificio, que dispone de una planta única y ocupa una superficie de 126 metros cuadrados, tuvo distintos usos, llegando a ser un pajar.
El Centro Recreativo Cultural Nª Sª de la Huerta del Barrio de Tórtoles cedió el edificio a la Asociación de Vecinos Aveto a finales de los 80 y en los siguientes años se acometieron distintas obras de restauración. Desde 1999 el Ayuntamiento la tiene en propiedad por donación de la asociación.
El edificio presenta la singularidad de ser un ejemplar único de conservación de las antiguas mezquitas rurales. De hecho, es, junto con la de Calatorao, la única mezquita de estas características que se conserva en Aragón.